COMBUSTIBLE DE CALIDAD

De nuevo el indicador de nivel de carburante de nuestro vehículo se acerca a la temida franja en que se hace más o menos urgente repostar. Debemos buscar una estación de servicio y, como siempre, aunque en la situación económica actual quizás un poco más, queremos que nuestro paso por la gasolinera sea lo menos doloroso posible para nuestra cartera. Eso sí, tampoco queremos que por el hecho de ahorrarnos unos céntimos nuestro vehículo acabe pagando las consecuencias.

Con la proliferación de estaciones de servicio de bajo coste (las conocidas low-cost), la decisión se nos hace cada vez un poco más difícil, ya que nos asaltan varias preguntas: ¿Qué diferencia hay entre el combustible de las estaciones tradicionales y las low-cost ? ¿Es igual de bueno y eficaz? ¿Cuál es el porqué de la diferencia de precio?

Ante todo hemos de partir de la base que todos los carburantes que se comercializan en España deben cumplir la normativa europea. Esto significa por ejemplo, en la gasolina, que debe cumplir la norma EN 22, que garantiza unos mínimos de calidad para el buen funcionamiento de los vehículos.

En segundo lugar, ni que decir tiene que los carburantes sufren una carga de impositiva muy elevada (Impuesto especial hidrocarburos, I.V.A, Impuesto sobre la venta Minorista) que representa aproximadamente un 42,69% del precio del Gasóleo A y un 48,29% del precio de la Gasolina 95.

Llegados a este punto es donde empiezan las diferencias. El carburante suministrado por petroleras tradicionales incorporan aditivos, desarrollados por ellas mismas, destinados a mejorar el rendimiento y funcionamiento del motor. Por otro lado, sus estaciones acostumbran a contar con mejores instalaciones que ofrecen más servicios, así como personal para atender a sus clientes. Todo ello acaba repercutiendo en el precio.

Las estaciones low-cost juegan con las mismas variables para reducir costes. Carburantes sin aditivos, estaciones desatendidas (sin personal) con sistemas automatizados de pago, etc. Incluso en las grandes superficies comerciales que ahora disponen de estaciones de servicio, juegan con el precio bajo como reclamo para atraer a más clientela a su verdadero negocio. Como en el caso de las petroleras, pero en sentido contrario, todo acaba repercutiendo en el precio.

Ahora que disponemos de las respuestas, sólo queda tomar una decisión. En las estaciones gestionadas por MKT Oil se lo ponemos fácil: suministramos carburante de petrolera a precio de low-cost.

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